Hablemos de lo importante

Importante victoria del Getafe, que acerca un poquito más la permanencia. El duelo en el banquillo entre dos amigos madridistas, Míchel y Camacho, se decantó del lado del mítico 8, gracias sobre todo a otro madridista, Esteban Granero. Volvió a utilizar el técnico madrileño el 4-3-3 que le gusta, con Casquero de pivote, Granero y Adrián, su hijo, de interiores, y arriba los mejores: Albín, Uche y Soldado. Mediada la primera un penalty rigurosoen el área de Osasuna acababa con la expulsión de Miguel Flaño. El encargado de tirar el primer penalty del Geta desde el famoso fallo de Casquero en el Bernabeu fue el Pirata. Fuerte y buscando la escuadra, 1-0. Pese a la superioridad numérica, el Geta no terminaba de encontrarse cómodo en el partido, y parecía desear que acabara el partido cuanto antes, por lo que me temía remontada. Aún así tuvo alguna otra ocasión de peligro, ante un Osasuna que pensaba demasiado en los agravios arbitrales. En una de ellas, nuestro protagonista de hoy, avanzaba regateando rivales hasta caerse a pocos metros de llegar al área, pero desde el suelo y sin perder la bola, tiró un caño a su defensor, se levantó y cuando entraba en el área prácticamente solo contra Roberto, le derribó una entrada por detrás que Muñiz Fernández decretó como piscinazo y tarjeta a Esteban, que se perderá el próximo partido.

Al poco tiempo de empezar la segunda parte, Granero chutó desde lejos para probar al portero, y este no pasó el examen, que era parar un tiro centrado, y cantó para que subiera el segundo al marcador. Cuarto gol del pirata en esta temporada, dos de ellos en el mismo partido y jugando por el centro. En el esquema de Míchel se le ve más suelto y participa más en el juego, lo que sin lugar a dudas es bueno para el equipo. Tan solo cinco minutos después del segundo, llegó el tercero tras una buena jugada de Ikechukwu Uche, que marcaba al mismo tiempo que su hermano Kalu en Almería. Sentenciaba el nigeriano a un Osasuna que aún así no lo dio por perdido, y siguió luchando, tirado sobre todo por Pandiani y Juanfran, cuyas incursiones se convertían siempre en peligro para un no del todo confiado Ustari. El extremo osasunista, cuyo ídolo de infancia seguramente, por colores y puesto, se sentaba en el banquillo local, tuvo un pique con su hijo Adrián González. En la primera acción se encararon y tuvieron que separarles, y en la segunda el azulón acabó expulsado de manera muy rigurosa, por una leve falta al rojillo. Primer partido de titular de la temporada en el debut de su padre como entrenador en casa. No tuvo suerte. 

Durante la última media hora de partido Granero pasó a la banda izquiera, donde jugó mucho con Laudrup el año pasado, y Contra, que entró por Albín, ocupó el sitio de interior. Acabó el partido con 3-0 y, debido al 5-2 de la ida, empate en el golaverage particular entre dos equipos que lucharán hasta el final por no bajar a Segunda.

PD: Está claro que con poquísimo nos contentamos algunos en estos tiempos porque me he reído de lo lindo gracias al gol de Llorente, Joseba. Tercer lleno en Canaletes sin ningún título real todavía, y el día en que el filial de Luis Enrique se quedó fuera del playoff de ascenso a Segunda (igual que el Castilla), el Barça de balonmano perdió la Liga Asobal ante el Ciudad Real, y Forlán se puso a un gol de Eto'o en la lucha por el pichichi. A eso nos agarramos. Y a otro Llorente, Fernando, el miércoles.