Lo que Florentino haría

Llevamos dos meses escuchando hablar sobre Florentino Pérez desde que dimitiera Calderón allá por el mes de Enero. En tanto tiempo se pueden decir barbaridades, mentir sin ningún tipo de rubor e imaginar posibles fichajes de aquél que lo puede fichar todo. Tanto, que parece perfectamente asumido entre el madridismo y su entorno con total seguridad la llegada a la presidencia del máximo mandatario de ACS el próximo verano. Relaño mismamente se refería ayer al único precandidato que ha asegurado que se presentará a las todavía hipotéticas elecciones como una oposición necesaria para el que tiene que ser el mesías del Madrid.

Está claro que Florentino tiene un poder abrumador y la mejor muestra de ello es que sin ni siquiera abrir la boca ni aparecer públicamente ha conseguido que toda la sociedad española sepa que va a volver, y por supuesto, que va a ganar. Todos los medios del país le han puesto la alfombra roja, no sé si dirigidos desde un principio o previsores de que si realmente acaba llegando a la presidencia más vale estar a su favor. La particularidad reside en que ya le conocemos todos, que no es nuevo en esto, todo el mundo sabe cómo se las gasta. Y precisamente por eso, porque sabemos lo que hizo, creemos saber lo que hará. De ahí que los que asocian su persona con un Madrid galáctico, que fichaba a los mejores jugadores del momento, quieran su vuelta, y que los que vieron que se cargó un equipo y después lo dejó a la deriva no quieran verle ni en pintura pues le consideran en gran parte culpable de la actual situación del club.


En los último meses he podido ver con tristeza cómo la gente que tiene el poder en el Madrid está siempre podrida, igual que la prensa deportiva. Pero más tristeza me produce ver que el madridismo no reflexiona, no busca lo que realmente puede ser lo mejor para el club. Me duele tener que oír y leer que Florentino seguramente habrá aprendido de sus errores, que ahora sí confiará en la cantera y en los jugadores españoles, que será capaz de traer no uno sino dos cracks de talla mundial. Hablan en condicional sobre lo que haría o no haría, como si supieran lo que quiere o lo que puede hacer y, sobre todo, lo que hará en cuanto sea presidente Florentino Pérez. Y mientras, él calladito viendo como se desarrollan los acontecimientos a su favor sin tener que mover un solo dedo.

Este gran deseo de que Flo traiga la estabilidad al club merengue sobrepasa fronteras hasta el punto de que aún sabiendo sus defectos, el aficionado no quiere verlos. Y aquí va un ejemplo. Tras el escándalo de las últimas elecciones parece unánime la opinión de que el actual sistema de voto por correo que rige en los estatutos del club está obsoleto y que, como es perfectamente manipulable, se tiene que cambiar cuanto antes. Sabemos que Florentino no está por la labor de cambiar el voto por correo, de hecho no lo hizo cuando tuvo oportunidad, porque está claro que sabe cómo utilizarlo a su favor. Ya lo hizo en otras elecciones y pretende volver a hacerlo, de momento ya anda haciendo encuestas a los socios, demostrando que posee la lista con sus teléfonos. Pues bien, todo esto que a mí me parece denunciable y lamentable, parece que se borra de la mente cuando te ponen delante el nombre de Cristiano Ronaldo o de Kaká. Y “todos sabemos” que Florentino puede traerlos, así que hacemos la vista gorda, es más, preferimos que robe las elecciones, porque así podremos ver en el Bernabeu a algún Balón de Oro.

Desde luego, la crisis institucional del Real Madrid es galopante. Para mí lo es desde hace muchos años. Pero ahora que los socios y la afición deberían tener más que nunca la sartén por el mango, veo que el madridismo sigue dormido, que no reflexiona ni hace examen de conciencia, y sobre todo que parece no querer mejorar la situación.