En la última jornada de la Premier League el Manchester United le ha arrebatado el liderato al Liverpool. Y lo ha hecho aprovechándose de que los partidos de fútbol duran 90 minutos y no 85. El ManU ganó a un Bolton ultradefensivo que no consiguió su objetivo de mantener la portería a cero ante el campeón de Europa por un par de minutos. Los mismos que le sobraron al Liverpool en el derby del Merseyside. El Everton, cuyo objetivo también era el de empatar a cero, cuenta no obstante con un jugador al que nadie del Bolton se le parece. Mikel Arteta es una isla en el Everton, un jugador con una clase muy superior a la de sus compañeros, y en el cual David Moyes basa todo el juego ofensivo de su equipo. Es el máximo encargado de iniciar cualquier jugada pero sobre todo las faltas y córners. Precisamente en una jugada a balón parado, en el minuto 87, su pierna derecha consiguió poner el balón en el área pequeña del Liverpool para que Cahill, que pasaba por allí, lo introdujera en las mallas de la portería de Pepe Reina, antiguo compañero de litera del vasco en la Masía. Así, se alejaba de la cabeza de la tabla un Liverpool que no está teniendo la misma suerte que los demás aspirantes al título. Porque no sólo el ManU ganó en el último minuto. El Chelsea, que perdía en casa contra el Stoke, fue capaz de remontar con dos goles en el tramo final del partido, el de la victoria segundos antes de que el ábitro pitara el final del partido. De momento Liverpool y Manchester están empatados a puntos, pero si el Manchester gana el partido que le queda por jugar contra el Fulham, el Liverpool quedaría a tres puntos del liderato. El equipo de Rafa Benítez ha mejorado respecto al año pasado, y está demostrando que no tira ningún título y que va a por la Premier, pero parece que no es suficiente. Esperemos que el Manchester sufra algún bache pronto.
En mi opinión, el Manchester es un punto superior al Liverpool y al Chelsea. Los diablos rojos llevan 10 partidos sin encajar un solo gol y la principal razón es que el equipo defiende de manera casi perfecta, con todos sus hombres, empezando por Tévez y acabando por Van der Sar, pasando por un central que marca las diferencias, Nemanja Vidic. De esta manera, encajando el mínimo número de goles posibles se hicieron con la Champions el año pasado, y ahora vuelven a ser máximos favoritos. Eso sí, el Barça no es el mismo que el año pasado.
martes, 20 de enero de 2009
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