Los villanos no son los malos

“Que la verdad no te estropee una buena noticia”, dirían algunos. Yo digo ahora: “que el resultado del partido no te estropee un post merecido”. Como para la historia quedarán los goles de Cristiano Ronaldo, la aparición de Macheda realizando la machada en el último minuto y las caras de ambos y de los demás mancunianos celebrando la victoria, a mí desde este humilde blog me toca otorgar el premio a los que a mi gusto lo han merecido, aunque este reconocimiento no les dé tres puntos ni les sirva para nada.

El Aston Villa ha hecho hoy un partido memorable, arrollando al Manchester como ya lo hiciera la pasada jornada el Fulham y la anterior el Liverpool, en Old Trafford. Pero a pesar de ello ha acabado perdiendo el partido. Cuando más asustados estaban los diablos rojos un pase precipitado de Milner a su portería ha provocado que Friedel cogiera el balón con las manos en una mala decisión. Además, el portero americano tampoco supo defender bien el disparo del siete del Manchester desde dentro del área.

Pero aún así los villanos no se vinieron abajo y continuaron avasallando al campeón con las internadas de Agbonlahor y Ashley Young, y sobre todo con la clase del que para mí fue el mejor jugador del partido: John Carew. En el centro del campo mandaban Petrov y Barry en una gran jugada de éste, que puso un centro magnífico, Carew remató a la red para empatar el partido. El Manchester seguía sin saber cómo responder al equipo revelación de la Premier, y su mejor jugador era Tévez, aunque no se llevará el calor de ningún foco en esta jornada.

En la segunda parte, una pérdida de balón de Cristiano Ronaldo originó la jugada del segundo gol del Aston Villa, también de cabeza, pero esta vez de Agbonlahor y a pase de Carew. Aún cuando iban ganando, el dominio siguió siendo del equipo visitante. Ferguson introdujo en el 60’ a un delantero de 17 años en una extraña pero a la postre alabada decisión. Sin embargo, hasta los últimos 20 minutos de partido no empezó a apretar el United. En una jugada por la frontal un tiro cruzado del Balón de Oro fue a parar cerquita del palo, y Friedel no tuvo la juventud suficiente para llegar a pararlo.

Y como si de un cuento se tratara, un mal cuento con final feliz (para ellos) y previsible, el niño bonito marcó el gol que le daba a su equipo los tres puntos y media liga y agradecía la extremada confianza de su entrenador, dándole así la razón, aunque yo me niegue a aceptarlo. Macheda metió sin querer el balón por la escuadra escurriéndose tras un buen control. Para mi gusto se llevará demasiado reconocimiento por como se dieron las circunstancias, pero tuvo la suerte a favor, y esto es fútbol. De esa manera, a los villanos se les quedó cara de tontos porque a pesar del esfuerzo y del gran partido realizado, se marcharon del campo del líder sin el más mínimo premio.