Vergüenza

Algunos jugadores de la actual plantilla madridista no saben jugar al fútbol. Y me refiero a uno de los aspectos más sencillos de este deporte: pasar el balón. No me quejo (hoy) de su inteligencia táctica, de su garra, de su fortaleza en balones aéreos, de su capacidad goleadora, de su nivel de implicación o de su poder en el vestuario. Tampoco les pido que sepan hacer un pase largo con el estilo de David Beckham o Xabi Alonso o un pase en profundidad a lo Michael Laudrup o Guti. No. Estos dos jugadores realizan a menudo entregas que me hacen preguntarme si realmente están al nivel, ya no del Real Madrid, sino de cualquier equipo profesional de fútbol. Y cuando uno echa la vista atrás para comprobar cuál fue el precio que pagó el club por hacerse con sus servicios, cuando uno se da cuenta de que por muchas veces que demuestran sus defectos, vuelven a jugar de titulares en el siguiente partido, cuando uno recuerda otras épocas en las que mirando de arriba a abajo el once que presentaba el Madrid no encontraba tipos como estos, uno no puede sino sentir vergüenza.

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