miércoles, 26 de noviembre de 2008

Comentaristas de Televisión

Hubo un tiempo en que los comentaristas de los partidos de fútbol en la televisión se limitaban simplemente a hacer (bien) su trabajo. Pasó. Y es que salvo contadas excepciones, en la actualidad se le hace a uno difícil atender al partido con tranquilidad, mirando el juego y formándose una opinión según lo que ve y no según lo que escucha. A cambio, acabamos conociendo los gustos y conocimientos del periodista que retransmite, y por supuesto, toda la programación de la cadena que ofrece el partido en cuestión, así como también se nos permite la oportunidad de perder dinero con absurdos concursos.

Pero de lo general a lo particular, cada cual tiene sus cosas. Iremos de peor a mejor para así quedarnos con mejor sabor de boca:

En Antena 3 creo que se llevan la palma. Dudo que haya gente en este país, salvando a las madres de Luque, Manu Sánchez y compañía, que no se ponga nerviosa al escuchar sus narraciones y comentarios. De las coletillas del primero (largo, larguísimo…) a los comentarios absurdos del segundo, pasando por las intervenciones de los periodistas a pie de campo, hasta las innumerables promociones de autobombo. Personalmente, creo que en Antena 3 son muy poco capaces de hacer bien este tipo de trabajo, pues sus profesionales son algo limitados, pero es que además creo que no se esfuerzan en intentarlo. Les tengo manía, lo sé, pero es que siempre hacen el comentario fácil que más nervioso me puede poner en cada momento. Tienen ese don, oiga.

Muy parecidos son los partidos en Telecinco. Su jefe de deportes es J.J. Santos, que ya dejó su marca (y a sus discípulos) en Antena 3, para seguir poblando de basura las secciones de deportes del mayor número de canales posible. Gracias a Dios, la cadena amiga no da más de 3 partidos al año, pero aún así nos deleita a diario en los informativos.

Por otro lado tenemos a LaSexta. Sobre Andrés Montes poco queda por decir. Él es un showman y se mola un montón. Olvídate de que acierte el nombre del que lleva el balón y de que realice un comentario futbolístico interesante, él no está ahí para eso, sino para divertir al personal, al margen de que haya un partido de fondo. Peor me parece Julio Salinas, que no creo que tenga dotes para comentar partidos: ni entiende de futbol (aunque haya jugado todo lo que ha jugado), ni conoce a los futbolistas, ni sabe hablar con un mínimo de corrección, ni se hace simpático al espectador… Ni siquiera sabe cantar las canciones que empieza Montes. Otra cosa sería bailarlas…

Capítulo aparte merece Antonio Esteva, que aunque trabaje en LaSexta, le voy a dar su propio párrafo. Es otro de los que metería en el buque con dirección a la Antártida para que retransmitan el fútbol autóctono, de gran calidad (junto con Manu Sánchez, Luque, Jota, Carreño, Riverito…). Esteva trabajaba en Real Madrid TV hasta que nació la tele del Mundial. Por ello nos deleita constantemente con los apodos de los canteranos blancos, con interesantes anécdotas sobre ellos (“Javi García empezó jugando de medio ofensivo y ha ido retrasando su posición con los años, al revés que De la Red, que empezó de pivote y ahora es casi mediapunta”), con el palmarés de Jorge Valdano, etc. También acostumbra a gritar en exceso en la mínima ocasión de gol, y a buscar juegos de palabras que lleven siempre a un final promocional de algún programa de LaSexta. Y lo peor, cuando “retransmite” los resúmenes como si fuera en directo, equivocándose aún así de jugadores.

En TVE tenemos muchos profesionales del periodismo deportivo, pero en lo que a fútbol se refiere, destacan Juan Carlos Rivero para los partidos de la selección española y José Manuel Díaz para la liga inglesa. Al primero ya le metía en el barco hacia el hielo anteriormente. Sigue la tónica de máxima publicidad de programación, máxima opinión personal, poca inteligencia y a este cóctel molotov le añade su sello personal: “Sex” Fàbregas. Del de la Premier hay que decir que trata de salirse de esa senda, pero también que se equivoca en demasía y que es capaz de faltar al respeto a algunos jugadores insistiendo en sus defectos. Eso sí, le acompaña el mejor analista de la televisión futbolística actual en España: Marcelino Elena.

En el grupo Prisa podemos encontrar diversidad. En Cuatro, como es en abierto, buscan la audiencia como su competencia: mal. Al menos, como no nos (me) gusta. Manu Carreño podría ser el abanderado, junto con compañeros que también trabajan en la plataforma de pago y en la Ser. Y en Canal+ y sus derivados residen los programas y presentadores que mejor tratan a este deporte. Exceptuando a Carlos Martínez y sus horribles gritos, podemos escuchar al gran liverpudlian Michael Robinson, a Maldini en su programa, y a otros profesionales que sí nos dan lo que queremos. Eso sí, con un precio a pagar mensualmente.

De todas maneras, todo esto se extiende más allá de los partidos a los programas de fútbol. Tanto los de resúmenes como los de debates son últimamente detestables, incluyendo los informativos de todas las cadenas, y excluyendo la mayoría de programas deportivos que se realizan en Digital+. Pero el problema no es que no sepan hacerlo bien, es que no quieren. Todo esto es algo que viene sucediendo en España. No tengo pleno conocimiento de lo que se realiza en el extranjero, pero por lo poco que suelo ver, me atrevo a decir que mejora con creces lo nacional.

Otro día hablaré de las radios.

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