
Muchos madridistas andamos esperanzados porque tras los últimos y lamentables resultados (Milan y Alcorcón) le empieza a caer por fin algún palo a Raúl, y ya empezamos a ver una luz lejana al final del túnel porque intuimos que la cúpula del club sabe lo que tiene que hacer. La retirada del capitán es urgente para las exigencias del Real Madrid, aunque no se producirá hasta el próximo verano o el que viene. En ese momento quedará vacante el dorsal con más historia y tradición del club, el número 7 que llevaron Amancio, Juanito y Butragueño y que encarna unos valores muy profundos e importantes para el madridismo. Y hay varios candidatos con diferentes motivos para heredarlo.
Los que le hemos seguido desde hace varios años, sabemos que Esteban Granero encarna dichos valores. Ha mamado madridismo desde siempre y su carrera hasta ahora parece tener como destino llevar ese número a la espalda y el brazalete de capitán en unos años. Aunque aún no haya demostrado gran cosa en el primer equipo, la gente le tiene cariño porque sabe de su carácter y su capacidad futbolística. Seguramente Esteban sea el más consciente de la importancia que supone ser el 7 del Madrid y por eso no creo ser el único que piensa que el Pirata debe ser el continuador de la honorable saga. Sin embargo, el canterano tiene dos duros rivales en la plantilla.
Gonzalo Higuaín ha sido el productor de los últimos milagros del club de Concha Espina. Se puede decir que en las pocas alegrías que nos hemos llevado los madridistas en los últimos años, el argentino siempre era el protagonista. Además, el Pipita sabe de qué hablamos y estoy seguro de que es su deseo heredar ese dorsal (ya rechazó el 9 el año pasado), y por eso le encanta hacer méritos.
El otro gran candidato se llama Cristiano Ronaldo. Es su número favorito como lo era el de Figo o Beckham. Precisamente sabe lo que es heredar historia a través de un dorsal, pues ya se enfundó el 7 del Manchester United, donde también es un número sagrado: George Best, Cantona o el mismo Beckham dan fe. Y es probable que Florentino le tenga reservada esa gloria a su estrella mediática.
También es posible, incluso, que sea algún nuevo fichaje el que se lleve el honor. David Villa, que estuvo a punto de venir el pasado verano, ya 'le quitó' el 7 a Raúl en la selección y el resultado fue maravilloso.
Lo que sí tengo claro es que el club debe cuidar este aspecto porque no es baladí. Debe saber a quién le otorga y a quién no el orgullo y la responsabilidad de llevar en la espalda buena parte de la esencia y de la historia del equipo de fútbol más glorioso del mundo.